Arte: La Conquista
- Texto y Foto: Nidia Beltrán
- 30 jul 2016
- 2 Min. de lectura

Un evento interdisciplinario fue el encargado de inaugurar el Jalisco Jazz Festival. Con un artista plástico reconocido por su trabajo íntimamente relacionado con el jazz -Jazzamoart- y un cuarteto de jazz mexicano -Federico Sánchez Quartet- se dio inicio a una edición del festival que, en diferentes actividades, estará abogando por el reconocimiento del jazz como reconciliador, conector y constructor de sociedades sanas y sensibles al arte.
Este año, el Jalisco Jazz Festival cambia de sede y se coloca en el emergente palacio de cultura y comunicación, PALCCO. La noche del viernes 29 PALCCO preparó la sala de cámara para un íntimo inicio de más de una semana de música.

La velada se llevó a cabo como una reunión de artistas dispuestos a compartir su proceso creativo con los poco más de doscientos espectadores que ocupaban la pequeña sala.
El objetivo de la noche era una muestra de la carencia de fronteras que tiene el arte: una muestra de la colaboración que puede existir en el mundo de la improvisación y la creación.

Así, cuatro estructuras con cartulinas se postraban en los dos extremos laterales del escenario, cobijando los instrumentos que esperaban ese toque mágico de sus amos. Entraron listos para la batalla cuatro músicos y un pintor, concentrados y bien dirigidos a sus lugares. Y es que toda la noche fue como una batalla, una conquista en términos de la danza de coqueteo y cortejo, y de apropiación y fusión entre conquistador y conquistado.
Cada artista tomó su arma, colocándose dentro de ellas como caballo de Troya: dentro del ajustado strap de la guitarra, o bien acomodado dentro del tanque que ilustra una batería, que rodea y defiende el cuerpo de su oponente y maestro.

A pesar de que cada uno se confrontaba contra y con su propio instrumento, era una conquista en equipo. Las miradas fueron balas lanzadas sin parar, colocando las obras en terreno de fuego cruzado. Por medio de tantas formas de comunicación, se buscó la creación de un a sola obra, una sola pieza: la pieza de construcción, pues es una obra que no se podría resumir en el resultado plástico de Jazzamoart, ni en la reproducción de la improvisación del cuarteto; sino que fue una obra vivencial, que sólo los presentes pudieron apreciar, y formar parte de la misma con su asombro y su contemplación.

Como gala inaugural, lo que hizo fue un llamado a despertar.
Despertar a la sensibilidad a la que apela el arte, despertar para poder conectar y empatizar y contemplar las obras de los artistas que se reúnen en esta semana de jazz.
Más piezas de Jazzamoart estarán expuestas en los vestíbulos de PALCCO, para poder observar el paso de la brocha gorda de este artista mexicano que ha sido tocado e inspirado por el jazz.

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