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Experimentación Corpórea Total

Texto y Fotos: Nidia Beltrán
27 ago 2016
2 Min. de lectura

Del Policroma al Gris es una obra que se presentó por sólo un fin de semana en el Foro LARVA. La premisa principal fue la experimentación del cuerpo en una pieza mayormente motivada por el teatro físico. Aunque la puesta en escena fue una experiencia sensorial muy distinta para los asistentes.

Sin luz, no hay sombras. Sin oscuridad no se puede distinguir la luz.

Con diferentes elementos de iluminación, la obra explotó los conceptos de luz y sombras desde el inicio. Al entrar al foro el público (que debía ser poco numeroso) se fue colocando al margen de un círculo de luz mientras las luces bajaban y hacían que el círculo fuera disminuyendo en tamaño hasta desaparecer.

En oscuridad absoluta, los sentidos ajenos a la vista se ponen en alerta. Así, con nada más que susurros, los actores fueron generando una especie de sonar, pues a pesar de que estuvieran en constante movimiento, pudimos ir ubicando la distancia entre sus bocas y nuestros oídos.

Ya en las butacas, la obra adquirió un -muy pequeño- toque de "normalidad", de una obra de teatro "convencional".

La obra fue parecido presenciar una sociedad primitiva, donde los actores comenzaron descubrir sus cuerpos, y las sombras que vienen con ellos. Fueron experimentando su fuerza, su velocidad, su movimiento. Como dentro de roles sociales, sombras atemorizaban pequeños cuerpos que fácilmente se sometían a ellas.

Dentro de diferentes dinámicas, se le dio un nuevo significado a los cuerpos, explorando en su potencial y sin dar por hecho que los pies son sólo para caminar, o los brazos para abrazar.

La constante durante toda la puesta en escena fue la relación entre los actores al simular una comunidad. A fin de cuentas, eso sucede cuando se colocan a dos o más personas en un espacio en común. El sentido de solidaridad, acompañado de su dualidad con el rechazo a uno o más individuos; la discriminación, las envidias, rivalidades... Todo eso que acompaña la reunión, tan estrechamente, como las sombras acompañan al cuerpo iluminado.