Capi Kapika: entre todos
- Texto y Foto: Ricardo Melendez
- 26 oct 2016
- 2 Min. de lectura
Una forma de arte que parte de la intersubjetividad, y tiene por tema central el "estar-junto", el encuentro entre observador y cuadro, la elaboración colectiva del sentido.[1]
Nicolás Bourriad
Este 25 de octubre dentro de "El Absurdo Encuentro Internacional de Comedia" Andrés Aguilar presentó su obra Capi Kapika en un Foro Periplo repleto.
El Capi es un peculiar personaje, lleva un traje de acróbata cirquero —aquel que sale expulsado por un cañón con casco, capa y zapatos de payaso— y no para de hacernos pasar un buen rato. Llena de humor y buenas intenciones, la presentación inundaba el ambiente de carcajadas.
Sin embargo, esta obra me llamó la atención por la participación del público, es decir, se construye entre todos. A fin de cuentas, ¿qué sería de un artista sin su público?, ¿qué sería del público sin artistas?

Andrés Aguilar entiende la importancia de la interacción con el público y lo invita a ser partícipe de su obra. Gracias, Andrés, por tu entrega, gracias por tomarnos en cuenta, gracias por involucrarnos.
Capi Kapika representa, desde mi punto de vista, la estética relacional donde “la parte más vital del juego que se desarrolla en el tablero del arte responde a nociones interactivas, sociales y relacionales”.[2]
Es decir, entre todos construimos una gran comedia: reímos, convivimos, interactuamos.
Aquello que tanta falta le hace a nuestra sociedad se llevó a cabo gracias al arte. Ahora nos toca a nosotros llevar esa energía positiva a nuestros destinos, esparcir la alegría que reinó durante unos cuantos minutos en el Foro Periplo.

Esa ola de humor, risas y carcajadas me recordó que “el arte es un estado de encuentro”, que el arte es capaz de reunirnos, es capaz de involucrarnos y es capaz de abonar a la convivencia social, a la interacción.[3]
A fin de cuentas, el arte puede hacer que nos demos cuenta de cómo es que los mecanismos de convivencia pueden enriquecer nuestra condición humana, y al mismo tiempo, la pueden perjudicar. La tarea entonces es revisar en qué estamos fallando, por qué hay tanta violencia en nuestra realidad, realidad que construimos entre todos.

BIBLIOGRAFÍA
[1] Bourriad, Nicolás. Estética relacional. Adriana Hidalgo editora, 2008. p. 14.
[2] Ibíd, p. 6.
[3] Ibíd, p. 17.
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