El #ArteLocal converge en Sentinella
- Texto: Nidia Beltrán | Foto: Alex Hernández
- 12 nov 2016
- 2 Min. de lectura
El 9 de noviembre se llevó a cabo el Proyecto Sentinella en el Unplugged Whisky Bar. Un proyecto que nació como una invitación a despertar los sentidos a experiencias y descubrimiento de talento local a través del arte, este miércoles se alzó en su segunda edición.
Acompañados por grandes exponentes de la música local e independiente de la ciudad, Proyecto Sentinella tuvo una gran convocatoria, llenando el espacio de uno de los bares que promueve la música en vivo (mayormente el rock) en Guadalajara. La Guíshi Funk, desde el lado jazzero y blusero de la ciudad; Colores Santos, con una cartera de seguidores más amplia y experiencia en festivales nacionales de música indie; y Pumcayó, una de las bandas actuales que ha sabido hacerse conocer dentro y fuera del país, ya reconocido y galardonado internacionalmente.
La Guíshi Funk, de la mano con Dafne Jassafeth
El trío musical exploró territorios nuevos para el concierto. Presentó material nuevo para encontrar un lugar en común con las creaciones de Dafne, que se definía en una breve introducción como interesada en el terror y la psicodelia.

A parte del funk y el groove del que está empapada la esencia de La Guíshi, mostraron una ampliación a su espectro musical. Fue un territorio encontrado a la mitad de ambas propuestas artísticas, pues el sonido del trío contó con intervenciones más oscuras de lo cotidiano.
En general la colaboración se vio desarrollada sobre un concepto de dudalidad sombra-luz; vida-muerte; florecimiento-marchitez.

Colores Santos y Sergio Cerpa
El emparejamiento de ambos fue menos experimental, pero más acompañado. El trabajo visual de Sergio es más narrativo, y se veía guiado por la música reflexiva de Colores Santos.

Con un tema más existencialista que incluía calaveras en mundos alternos y líricas de vivir el presente, la mancuerna artística se presentó sólida y con la expectativa de más trabajo en conjunto. Los videos dejaban un rastro como de videoclip, e inspiraban a la idea de trabajo artesanales con propuestas artísticas donde no sea sólo una disciplina la que lidere el proyecto, sino una creación en conjunto.

Finalmente, para cerrar la noche, Pumcayó, el quinteto fresco de su concierto en La Barranca de Huentitán, subió para dar el último concierto acústico del año y de su disco debut.

Luciérnagas, Ballenas y Pámpanos de Río iluminaron las miradas de los escuchas, que se conectaban con las creaciones visuales del fotógrafo retratista, Fernando Poiré. La fusión de ambas artes presentaban conceptos claros y complementarios, recolectaban elementos orgánicos, miradas de niños, decoración artesanal indígena y muchos, muchos atardeceres: "que sangre el cielo, que cambie de color".

Después de las elecciones del país vecino, un territorio en común fue la crítica al gobierno. Más que el ataque, una llamada a la acción a alzarnos desde nuestro trabajo, nuestro arte, y la comunidad que se forma alrededor del mismo.
Así finalizó una noche de #ArteLocal, con una prueba de lo que está en las calles de Guadalajara todos los días. En las paredes, en los cafés, en las salas de conciertos, haciendo vibrar la ciudad y nuestro recordatorio de que la respuesta no está en levantar muros, sino puentes, a través del arte, de las similitudes, y también de las diferencias que nos enriquecen.
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