'De-loused in the comatorium', un homenaje dancístico a The Mars Volta
- Axel Fabricio Amaya
- 8 dic 2016
- 3 Min. de lectura
Desde hace mucho tiempo, quizás desde que Isadora Duncan decidió que el ballet ya no le ofrecía nada trascendente, o quizás desde que Toulouse-Lautrec soezmente pintaba niñas en tutú, o incluso quizás desde que frenéticamente bailábamos al rededor de una columna en llamas, la danza ha sido considerada algo más que un medio de expresión.
Una disciplina tempestuosa y una amante celosa que requiere cada centímetro de tu cuerpo y toda fracción de tu voluntad. Eso es lo que muchos alumnos, como Rodolfo Becerra, han comprendido a su paso por Danz Corp, una de las principales academias en la ciudad, y que este fin de año se han atrevido a meter sus narices en el igualmente caprichoso mundo del rock progresivo... con The Mars Volta, ni más, ni menos. En cada uno de los 12 puntos recordatorios/mandamientos que propone la academia en su página web (http://www.danzcorp.mx/danza/), podemos vislumbrar un claro mensaje: comprométete; compromete tu cuerpo, tu mente, tu vida y comprométete a los demás. Es esta clase de compromiso que llevó a Rodolfo Becerra -o Rudi, pa' los compas-, un estudiante de Relaciones Internacionales del ITESO a probar suerte una vez más, luego de dos años de receso, en el complejo mundo dancístico.

Después de arduas semanas desde su reinserción, Rudi ha empezado a notar cambios en su cuerpo y en su forma de aprender, va descubriendo cada vez más sus capacidades, sus limitaciones y cómo trascenderlas con la ayuda de sus maestros. Y con todo, cuando entró hace poco menos de dos meses, no pensó que la academia le diera la oportunidad de aparecer en su espectáculo de fin de año, una ambiciosa propuesta escénica que trata de dialogar no solo con la polimerización de rock y danza contemporánea, si no también con el homenaje a los caídos -Julio Venegas, y ¿por qué no?, desde mi propia lectura, a Jeremy Michael Ward y más recientemente, Ikey Owens- y con la prevención al acoso... ¿qué? Pues sí, con el acoso -o bullying-. En un ejercicio de re lectura más que interesante, Danz Corp ha decidido que no quiere quedarse en la mera reproducción, ahora nos propone una nueva forma de revisitar la clásica ópera prima de los Paseños desde la perspectiva del acoso, ¿y qué es hablar del acoso sin hablar de su antítesis la inclusión? Es aquí donde DC rompe el molde.
En un medio tan brutal y demandante como lo es la danza, quizás el acoso sea sólo uno de miles de problemas que acechan al bailarín habitual, profesional o amateur y donde muchas academias fallarían al no dejar que sus alumnos participen y sean incluidos como parte del gremio. Por “falta de experiencia” se les niega el acceso a un escenario (clave para el desarrollo de la profesión -o el hobby, dejemos de hacer menos al ocio-) y éste es el escenario mismo, válgame la redundancia, por favor. Si tus alumnos no pisan un escenario, ¿cómo pueden ser considerados bailarines?, ¿acaso eso no es una forma de acoso?
No se trata de la crítica, ni del virtuosismo, ni de la técnica, ni de nada de eso, se trata de los alumnos, se trata del proceso de aprendizaje y se trata del mensaje, mostrándole al mundo el tipo de profesionistas que puedes generar. Rudi está sumamente emocionado por participar en esta función, a pesar de que solamente vaya a aparecer en uno de los números: Roulette Dares (The Haunt Of...), pero el protagonismo no es lo importante, él quiere estar ahí, quiere ser parte y se le ha permitido el escenario por una noche, por unos escasos minutos. ¿Poca cosa, no? Sin embargo, no dejemos de recordar que es un escenario importante de la ciudad y son los escasos, pero magníficos nueve minutos y algo que dura la tercera y espectral pieza del De-loused in the Comatorium.
Ese día será uno de aprendizaje y de reafirmación. Será un día en el que al menos uno de los más de ochenta bailarines en escena decidirá que ésta es su vocación o que de plano, al menos uno más, decidirá que mejor se queda en casa viendo Rick & Morty, porque quien quiere bailar tiene las puertas abiertas, pero solamente si su compromiso es mayor que sus ganas de no tener dolor de pies, vida social y ratos de flojera.
Asume el hábito, Cerpin Taxt. Nos vemos el sábado 17...
¿Cuándo?
Sábado 17 de diciembre
¿A qué hora?
20:30 hrs
¿Dónde?
Teatro Diana
¿Cuánto?
Boletos desde $180 a $250
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