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Páramo: Un viaje al corazón del imaginario de Juan Rulfo

  • Axel Fabricio Amaya
  • 25 may 2017
  • 5 Min. de lectura

La filmación de una cinta independiente en San Gabriel, Jalisco, rinde tributo a la vida y obra del escritor de Pedro Páramo y El Llano en Llamas. También es un reflejo del inusitado interés de los pueblos de la región por activar su turismo literario.

Atravesando la llanura de la laguna de Sayula y la misma Sayula, al este, en medio de sierra y múltiples y cambiantes ecosistemas, y señalado por una vieja cita de El Llano en Llamas (sacada de contexto), serena, desde el mirador de la carretera, se aprecia la que muchos afirman es la auténtica ‘media luna’. Dos días antes, Rodrigo Contreras —o McGiver, dependiendo de a quién le preguntes—, asistente de producción de la cinta Páramo, dirigida por Andrés Diaz, también director del Centro de Estudios Cinematográficos (o CEC), me invitó a acompañarlo a una preview de la función, especialmente proyectada para el pueblo de San Gabriel, uno de varios que se disputen el honor de ser la verdadera Comala de Rulfo, incluyendo a Apulco, Sayula y sí, muy ridículamente, hasta Comala, Colima.

Mayo es el mes en el que todo México decidimos que nos importa el legado de Juan Rulfo, más allá de las tediosísimas y forzadas lecturas escolares de piezas tan crípticas como las del escritor Jalisciense, —narrativa y estructuralmente más complejas que las lecturas promedio realizadas por los estudiantes de primaria, secundaria o preparatoria de la nación. Pueblos como San Gabriel y los ya mencionados, son lugares que forman parte de la Ruta Cultural “El realismo mágico de Juan”[1] y se toman muy en serio el hecho de haber sido referidos por Rulfo como la columna vertebral que compondría el imaginario folclórico de su obra.

Quizás es debido a esto que la cinta haya contado con recursos substanciales para su realización por parte del H. Ayuntamiento de San Gabriel; desde ambulancias, hasta protección civil y una camioneta que ayudó a transportar los materiales de la producción desde Guadalajara —trayecto tres veces realizado por Contreras a lo largo de un mismo día.

La preview de esta cinta se llevó a cabo el día sábado 20 de mayo. Aquella tarde me quedé de ver con Contreras a las afueras del Walmart de Av. Guadalupe y Periférico. Partimos alrededor de las 14:00 hrs, atravesando el mismo trayecto por el que fue y regresó tantas veces a lo largo de la producción. “Yo grabé las escenas que atraviesan la laguna de Sayula”, afirma. “El actor [Izaak Alatorre] no sabía manejar y pues, les dije que sin pedos, que yo lo hacía. Nomás me quité los anillos y bajé el visor”, me explica mientras maneja bajo un sol abrumador. Conforme avanzamos por la sierra, notamos pastizales chamuscados y finalmente, a nuestra derecha, un gran incendio forestal. En San Gabriel el día es opaco, más no los ánimos. En sincronía con el XX Festival Cultural Juan Rulfo, se celebra en la plaza del pueblo el 3er Concurso Anual de la Faustina, durante el cual por tan solo $50 pesos puedes comprar un jarrito de barro sin cocer para refillearlo de esta peculiar bebida elaborada a base de jugo de naranja, refresco, mezcal y ciruelas ácidas amarillas (únicas de la temporada) cuantas veces quieras con cada uno de los participantes, que con la ayuda de grandes depósitos y sonrisas, atienden a los cientos de comensales del pueblo, la región y los alrededores. Es al calor de unos cuantos de estos jarritos que el público asistente nos posicionamos al centro —y después a lo ancho— de la plaza para observar un producto de casi tres años de trabajo. Al momento de esta proyección la cinta no se encontraba en su punto final, todavía contando con algunos detalles edición (sobre todo en el apartado de audio y montaje), sin embargo, es gracias al diseño sonoro de Estudios Tesla y la composición musical de Andres Diaz Alzate y Sergio Cascales, que estos detalles no impidieron a la obra destacar, sobre todo por la atinada vibra tanto musical, como ambiental, que lograron.

La película cuenta la historia de Jesús, un estudiante de filosofía dispuesto a suicidarse tan pronto reciba su título de licenciado. Su tésis: un análisis sobre el verdadero origen de la Comala de Rulfo, misma que es rachazada por carecer de sustento, lo que fomenta el viaje del protagonista al pueblo de San Gabriel, en donde se encontrará con fantasmas de su pasado. Más que una adaptación, es un homenaje a la vida y obra de Rulfo. El tema y la estructura atemporal y entrelazada, sirven como excusa para contar una historia “arquetípica” sobre la búsqueda del padre, inspirada por aquella frase tan legendaria que abre su ópera prima. Esta búsqueda —un reflejo personal de la historia del director—, sirve como pegamento para hilar múltiples pasajes tanto reales, como ficticios del imaginario rulfiano. Desde la casa de huéspedes de doña Eduviges Dyada, hasta la ex Hacienda de Telcampana, quizás la más enigmante de las locaciones utilizadas; una colección de muros, pilares y maleza, a la que alguna vez llegó el cuerpo sin vida de Don Juan Nepomuceno Pérez Rulfo (padre del escritor), acompañado por una procesión de antorchas, episodio que daría inspiración al cuento El Llano en Llamas.

Es difícil afirmar que la gente de San Gabriel haya alcanzado a reconocer todos y cada uno de los guiños a la literatura rulfiana —e incluso a la mitología griega—, mismos que aparecen y se esfuman en un ir y venir de referencias visuales, auditivas y contextuales, sin embargo, el pueblo se afronta a una verdad aún más contundente, pues Páramo es sólo uno de los síntomas que evidencian el interés por activar la economía cultural de la región. Cecilio Estrada García, quien durante todo el filme permaneció atento y embelasado por la proyección, afirma que la cinta lo ha inspirado a coger de nuevo Pedro Páramo o El Llano en Llamas, pues refiere que, a Rulfo, lo ha leído “más bien poco”. Estrada sabe que la película es una oportunidad para poner a su pueblo en el mapa y este es un sentimiento que parece compartirse por el grueso de la comunidad. Con tres hoteles (uno de ellos con más de 50 habitaciones, vista y alberca), su propia gastronomía y un enciclopédico conocimiento de las locaciones de interés para el turista literario: San Gabriel está listo para una explosión turística sistemática y abrumadora. El siguiente paso para Páramo será un año de inscripción en festivales, así como de fortalecimiento y gestión de alianzas para su distribución. Diaz tiene muy en claro que esta es una obra que de ninguna manera pretende ser una adaptación cinematográfica de las páginas rulfianas. El objetivo de su pieza es el de llevar un mensaje de esperanza para aquel que la vea y se sienta identificado con la desolación interior del personaje. Cuando se le pregunta de los posibles beneficios de su cinta para la población de San Gabriel, responde:

No lo sé, sería… exageradamente positivo de mi parte afirmar que le va a traer algún beneficio a la población. Creo que el beneficio inmediato es lo que pudiste ver el día de hoy; la gente estaba emocionada y estaba identificando a su pueblo. Ese es el primer beneficio, que nos unió esta noche […] lo mínimo que va a suceder es que la gente en algún lugar del mundo va a saber que existe San Gabriel.

Un páramo es un tipo de ecosistema que se alza por encima de los 1000 msnm[2] y se caracteriza por ser una extensión de terreno yermo y plano, en donde prevalecen los matorrales, el calor y las neblinas en invierno y verano. Para algunas personas, también es un estado del ser; una analogía al corazón humano en tiempos de zozobra.

[1] Un proyecto con iniciativa de los tres órdenes de gobierno, privada y de organismos sociales. La primera de su clase en México, misma que espera generar desarrollo en la economía e infraestructura de la región.

[2] Metros Sobre el Nivel del Mar.

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